
Texto escrito a propósito de la lectura del libro "Revolución en Chile", escrito por Guillemo Blanco y Carlos Ruiz-Tagle (1962) y publicado bajo el seudónimo de Sillie Utternut.
El primer Capítulo de “Revolución en Chile”, a decir verdad el libro completo, nos hace pensar sobre cómo es posible que un libro de similares características llegue a publicarse. Uno se atraganta contemplando la falta de profesionalismo y rigurosidad de la autora, y se ve atormentado por el contenido del libro del tal “Simpleton”, prácticamente un texto guía para Sillie. Después de pasar el trago amargo se nos hace gracioso ver como nuestra reportera intenta llevar a cabo su investigación, tomando fuentes por cualquier lado y sin poner en duda jamás las informaciones obtenidas.
La luz se ve cuando descubrimos que Sillie Utternut, la autora, es un alter ego (más que un seudónimo) de dos conocidos nuestros: Don Guillermo Blanco y Don Carlos Ruíz-Tagle. Ahí por fin comprendemos que el montón de banalidades de las que hemos sido testigos no es otra cosa que una gran sátira que involucra la visión que tienen los “gringos” de Sudamérica, la idiosincrasia del chileno y el ambiente social que se vive en nuestro país ad portas de una elección presidencial.
Una vez que sumamos la fantasía con la verdad nos damos cuenta que estamos ante un gran libro, que de manera inteligente y con un humor muy especial nos hace volar hasta el cielo, y desde esa perspectiva podemos ver, sentir y opinar de nuestro país de una manera diferente, como espectadores que comentan una película.
En lo personal, creo que este libro más que una novela de corte periodístico es un ejercicio mental que nos obliga abrir un poco los ojos y mirar de una manera distinta nuestra propia realidad. Además, de una u otra manera, refleja lo que se ve de nosotros en el “primer mundo”, aunque yo prefiero pensar que es lo que “ellos” quieren ver.
El primer Capítulo de “Revolución en Chile”, a decir verdad el libro completo, nos hace pensar sobre cómo es posible que un libro de similares características llegue a publicarse. Uno se atraganta contemplando la falta de profesionalismo y rigurosidad de la autora, y se ve atormentado por el contenido del libro del tal “Simpleton”, prácticamente un texto guía para Sillie. Después de pasar el trago amargo se nos hace gracioso ver como nuestra reportera intenta llevar a cabo su investigación, tomando fuentes por cualquier lado y sin poner en duda jamás las informaciones obtenidas.
La luz se ve cuando descubrimos que Sillie Utternut, la autora, es un alter ego (más que un seudónimo) de dos conocidos nuestros: Don Guillermo Blanco y Don Carlos Ruíz-Tagle. Ahí por fin comprendemos que el montón de banalidades de las que hemos sido testigos no es otra cosa que una gran sátira que involucra la visión que tienen los “gringos” de Sudamérica, la idiosincrasia del chileno y el ambiente social que se vive en nuestro país ad portas de una elección presidencial.
Una vez que sumamos la fantasía con la verdad nos damos cuenta que estamos ante un gran libro, que de manera inteligente y con un humor muy especial nos hace volar hasta el cielo, y desde esa perspectiva podemos ver, sentir y opinar de nuestro país de una manera diferente, como espectadores que comentan una película.
En lo personal, creo que este libro más que una novela de corte periodístico es un ejercicio mental que nos obliga abrir un poco los ojos y mirar de una manera distinta nuestra propia realidad. Además, de una u otra manera, refleja lo que se ve de nosotros en el “primer mundo”, aunque yo prefiero pensar que es lo que “ellos” quieren ver.
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